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El actual Hospital General de Zona “Dr. Bernardo Peña” de San Andrés Tuxtla, Veracruz se formó gracias al esfuerzo de los integrantes de la población y pueblos circunvecinos. Entre los años de 1880 y 1884, el Ayuntamiento de esta Cabecera hizo instalar bajo sus propios auspicios, el remedo de Hospital que por varios años existió en una pieza que formaba la esquina noreste de la antigua casa municipal, demolida en 1953, pieza que solo contaba con tres catres de madera con bastidor de lona con sábana y almohada de algodón en reducido espacio; un mal fogón de madera, a la antigua, con estrave de fierro para quemar carbón, además de algunos trastos de barros cocido para calentar agua en caso necesario y todo ello estaba al cuidado de una señora que fungía como rectora.

El ayuntamiento de 1894 modificó el interior de la casa municipal de referencia para instalar la Comandancia de Policía y la detención preventiva en las dos piezas que ocupaba el mal llamado Hospital y, para instalar éste en más amplias condiciones, debido a que por el auge del cultivo del tabaco venían a la región numerosos peones de otros climas y, al enfermarse, buscaban abrigo y alojamiento en los corredores de las casas. Así surgió en la vida sanandresana el antiguo Hospital “Hospital Caridad”, en ese hospital la atención era exclusivamente para pacientes que presentaban heridas, no aceptaban pacientes con padecimientos infecciosos estando en funcionamiento aproximadamente tres años.

El Dr. Manuel Pretelin F. , Octavio Carrión, Juan Pablo Moreno, Antonio Solana, Severiano y otros distinguidos médicos originario de lugar lograron reunir la cantidad de $5,000.00 y ayudado por el jefe Político del Cantón, adquirió de su propietario, don Gabriel artigas, una casa que estaba ubicada en al calle Zamora y Artigas para donarla a la fundación de la institución, proporcionando muebles y enseres funcionando hasta el año de 1935 este el enorme caserón llamado “ la Cobrería “ no se sabe por qué, era madera pintado de blanco, con numerosas ventanas chicas, cuadradas y de color verde, las que siempre se veían cerradas y el inmueble desocupado, el que por su tamaño llamaba la atención en el tercer tramo de la Calle Manuel Gutiérrez Zamora, precisamente en el lugar que hoy ocupa el Penal Regional como todos los de su índole y la época era un caserón solitario y sombrío, mal dotado de agua para uso diario, alumbrado con quinqués de petróleo, dotado con catres y camas de burros con duras tablas y petates como colchones, una cocina pobremente dotada, sin baño o acaso de jícara, malos retretes, pobre alimentación, deficiente asistencia médica, con medicamentos de la época, como purgas, cucharadas, obleas, papeles (conteniendo medicamentos en polvo), lavados etc., ya que el H. Ayuntamiento daba lo más que podía y tenía y no se pedía más, por que así era la época.

Por esas visibles penurias, aquel triste Hospital era visto con mala prevención por quienes no lo necesitaban, como una antro de miseria y dolor, pero incurables. Los foráneos desamparados, eran los que aprovechaban esos servicios, siquiera para ir a morir allí bajo un techo.

Por la evolución del tiempo, el progreso trajo la carretera como indiscutible beneficio y con ella también sus buenas y malas consecuencias; una de éstas fue la terrible volcadura de un camión de redilas en la pronunciada curva de “ La Victoria ” cerca de a la Villa de Catemaco, el cual venia lleno de gentes humildes a gozar las fiestas de la Semana Mayor y por encimas de gastos, viajaban en esa forma.

Terrible accidente fue, del resultado catorce muertos y dieciocho heridos de más o menos gravedad, de los cuales fallecieron cuatro en el “HOSPITAL CARIDAD”, dentro de los cuatro siguientes días, ya que habiendo quedado en estado de coma, no pudo salvárseles la vida. En grandes apuros se vieron los encargados del “HOSPITAL CARIDAD” para atender a los dieciocho heridos, entre los que había dos niños de siete y diez años; habiendo necesidad de colocar en el piso los menos lastimados, sobre viles petates gordos. Y a la vista de tan dolorosa y duras pruebas, cuatro caritativas personas: el ingeniero Melchor Garay, el agente de negocios don Antonio J. Navarro, el refugiado español Antonio Correa y otra persona más.

Así se allegaron tres cobertores, telas anchas para sábanas y vendas, varias toallas, varias camisas y pantalones corrientes, ropa para mujeres, varios paliacates, jabones para el lavado de la ropa sucia y el aseo personal, así como varias piezas de ropa para los chiquillos, amen de dos botellas de agua oxigenada y un litro de alcohol, así como algunos comestibles secos, como galletas y otros. Todo esto fue repartido personalmente entre los accidentados, menos el alcohol y el agua oxigenada, que fue para sus curaciones; debiendo advertirse que aquellos infelices cuatro días después del caso, portaban encima la misma ropa que sacaron de sus casas impregnada de sangre, de mugre, de sudor, y polvo de la caída.


Triste caso fue éste que conmovió a toda la población del contorno, pero que el “HOSPITAL CARIDAD”, que carecía de cuanto era necesario para casos como el predicho, salió del paso como mejor pudo.

En el año de 1939, la Junta Central de la Escuela Secundaria , el Señor Juan de la Cera y Manuel Bremont construyeron el anfiteatro del hospital con un costo de $1,400.00, cuya plancha fue donada por la LOGIA MASONICA “IRIS DE EYIPANTLA”.

En el año de 1942 la junta ,municipal inicia una sala de infecciosos donde el Club de Leones obsequió camas, ropa colchonetas y vajillas para los enfermos. En esas fechas el General Obregón visito el hospital y obsequio escudos de diez pesos a los enfermos encamados, pero a la mayoría le fueron quitados ignorándose la causa.

En el mes de noviembre de 1948 pensando en el crecimiento de la población y las necesidades de dar un mejor servicio el Patronato mueve ante la Secretaría de Salud en México la adquisición de un terreno y las construcción de un hospital, la respuesta fue favorable y se da inicio a la construcción en donde actualmente esta ubicado el hospital. La finalidad del programa era proporcionar los servicios desde la ciudad de Lerdo de Tejada hasta la ciudad de Hueyapan de Ocampo.

En mayo de 1949 para la construcción del Hospital el seño Pascasio Gamboa, Ministro de Salud, informa que el gobierno Federal dará la cantidad de $150,000.00 y la iniciativa privada $150,000.00.

El 29 de junio de 1949 se coloca la primera piedra a las 16:00 hrs. Ante la presencia del ingeniero Antonio Ruiz de la Peña y el Lic. Francisco Turrent Artigas representante del Patronato en la Ciudad de México. Así se resolvió el traslado del “HOSPITAL CARIDAD” a la parte ya terminada del nuevo edificio de Belén Grande, con los enfermos, enseres, útiles y todas sus pertenencias y desde luego se precedió en consecuencia.

Por estas causas, terminó la existencia y servicio de sanidad en el conocido “HOSPITAL CARIDAD”, después de haber aminorado penas y dolores durante cincuenta y cuatro años.


El 29 de junio de 1952, Salubridad hace entrega de la Institución tomando el nombre de HOSPITAL CIVIL REGIONAL “DR. BERNARDO PEÑA”, estando representado por el Dr. Raymundo Dorantes Meza, quién explicó que la que la Secretaría de Salud había terminado subsidiar al hospital con la cantidad de $150,000.00 misma cantidad que al año aumentaría. Fue bautizado con el nombre de “DR. BERNARDO PEÑA ” por el benefactor de San Andrés Tuxtla que se destacó dedicando su vida al desempeño de su profesión, proporcionado atención y medicamentos, ayudando así a la población de bajo recursos económicos, aun habiendo sido de origen cordobés, fallecido en 1935.

Al ser inaugurado toma el nuevo nombre de Hospital Civil “Dr. Bernardo Peña”, Salubridad entregó el Hospital a reserva de la inauguración oficial en el mes de agosto del mismo año. Siendo el primer Director el Dr. Manuel Pretelín Flores, nativo de esta ciudad, recibiendo camas e instrumental quirúrgico.

Es importante mencionar que de los años 1980 a 1982 se lleva a cabo la primera remodelación de esta Institución.

En noviembre de 1993 a febrero de 1994 se realiza la impermeabilización del edificio, lo cual consistió en la colocación de un techo de lámina sobre la construcción ya existente.

Actualmente esta institución ha sufrido una gran remodelación creándose salas de hospitalización, con la finalidad de dar una mejor imagen y calidad en la atención que se proporciona a los pacientes. Otras de las finalidades de la remodelación es la elaboración de los consultorios de especialidades, aula audiovisual para usos múltiples y la distribución adecuada de todos los servicios.

Por haber cumplido con los criterios globales para la promoción, protección y apoyo a la Lactancia Materna la UNICEF otorgo el reconocimiento a este Hospital como HOSPITAL AMIGO DEL NIÑO Y DE LA MADRE el 09 de julio de 1996.

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